GERMEN DEL TEATRO II

Como hemos visto en la primera parte en las primeras representaciones rituales primitivas ya encontramos algunos elementos que aún sobreviven en el teatro más moderno que se ha logrado hacer hasta el momento, en el germen del teatro encontramos lo que constituye las dos piedras angulares del teatro:

1.      La lucha entre los contrarios. En el ejemplo que pusimos se trata del Tigre Diente de Sable y los cazadores, ambos bandos con objetivos distintos pero muy específicos y claros, el primero que necesita mantenerse vivo y cazar para comer, el segundo que necesita cazar para que el clan prolongue su existencia.

2.      Uno que ve, otro que hace. En el ejemplo anterior, también vimos como el clan se divide en dos grupos, de un lado de la hoguera están las mujeres, los niños, los jóvenes y los ancianos que ven lo que ocurre y hacia el otro, un grupo formado por el Tigre y los cazadores, lo que vendría siendo hoy el público y los actores.

El teatro no podrá acontecer si falta una de estas dos condiciones que hacen que emerjan desde lo más profundo de nuestro ser los sentimientos y las pasiones más remotas para que se manifiesten en un momento mágico y exclusivo. También hay otros elementos que se ponen de manifiesto desde aquellos lejanos tiempos de la comunidad primitiva y que podemos ver hoy en cualquier representación teatral, aunque no necesariamente tiene que estar presente para que el acto de la teatralidad se dé:

3.      La banda sonora: Cuando acudimos a ver una representación teatral, las obras casi siempre van acompañadas de una banda sonora que ayuda en el proceso de entendimiento o manifestación de las emociones que  fluyen en la puesta en escena y en ocasiones son el hilo conductor de la misma como es el caso de los musicales, la ópera y sus variantes. La música generalmente en la actualidad se reproduce y solo en pocas ocasiones es en vivo como en la comunidad primitiva o en los primeros milenios cuando no existían medios de almacenar y reproducir la música, y en muy exclusivas ocasiones la música es incidental o nula, dejando que los sonidos ambientes sean los que entren en confluencia con la puesta en escena.

 

4.      La escenografía: Durante muchos siglos y aun hoy las obras llevan grandes decorados que adornan la puesta en escena y nos ayudan a entender el lugar donde se desarrollan los acontecimientos, sin embargo el teatro moderno prescinde de estos elementos que son muy costosos y encarecen la puesta en escena por técnicas más novedosas como los videos y la exclusión total de decorados en la puestas en escena dejando solo al actor en el espacio vacío. En la comunidad primitiva no podemos afirmar que las pinturas en las paredes tuvieran esta función específica pero de seguro al estar presente tuvieron una función indirecta en la representación de los rituales.

5.      Las luces: Las obras de teatro por lo general se dan en espacios cerrados, por lo que sin la ayuda de la iluminación artificial sería imposible hacer y disfrutar de la representación. En los siglos en que no había luz eléctrica los teatros se iluminaban con velas hechas de parafina o en su variante menos sofisticada con antorchas que eran encendidas al principio de la representación y se apagaban al finalizar, estas fueron luego cambiadas por faroles de kerosén, gas, hasta llegar a la luz eléctrica con las bombillas incandescentes y en este momento se mezclan con luces led. Las luces de los teatros son diferentes pues cumplen funciones específicas dentro de una puesta en escena, pero en la comunidad primitiva solo tenían la posibilidad de iluminarse con la hoguera.

 

6.      Vestuario, Maquillaje, Mascaras: Aún hoy cuando existen obras de teatro donde los actores salen completamente desnudos al escenario, los vestuarios y el maquillaje son de gran importancia porque ayudan a caracterizar a los personajes que van a representar dando un mundo de posibilidades expresivas que enriquecen la puesta en escena al definir con claridad cada personaje como en la comunidad primitiva donde el individuo que hacía del Tigre Diente de sable se disfrazaba con las pieles y hasta el olor del animal, por su parte los cazadores camuflaban sus cuerpos semidesnudos con pigmentos para confundirse con la vegetación. Por cierto es bueno decir que mascara no es lo que normalmente se pone sobre el rostro, la máscara ocupa todo el cuerpo, lo que se pone sobre el rostro es el antifaz.

 

7.      Humo: Hoy muchos grupos teatrales y teatros poseen entre sus múltiples equipos, además de luces, bocinas y micrófonos,  máquinas de humos que les dan la posibilidad de enrarecer escenas que den la sensación de bruma, suspenso o simplemente por un carácter estético, las razones por las que las utilicen son válidas, la realidad es que el humo viene asociado desde el principio de los tiempos con el fuego, que en su comienzo dio luz al ritual desde la hoguera, muchos rituales se practicaban en la profundidad de los bosques antes de la salida del sol, en medio de una niebla, todo este enrarecimiento fue heredado por las puestas en escena de hoy, y para reproducir esa realidad empleamos el humo como recurso emotivo, estético o visual.